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Saturday, November 5, 2011

Síndrome del hombre irritable


Por DOMINGO PEÑA NINA
El AUTOR es médico ginecólogo. Reside en Santo Domingo


Algunos estudios demuestran que los hombres también pueden ser víctimas de la disminución de sus hormonas. Las manifestaciones que presentan, habitualmente aparecen cuando el hombre está estresado

¿Son los hombres, al igual que las mujeres, afectados por la disminución de las hormonas sexuales después de determinada edad o, bien, esto se trata de un fenómeno exclusivamente femenino?
   
Es conocido que las mujeres tienen tendencia a experimentar cambios de humor como consecuencia de la fluctuación hormonal.

Pueden presentar numerosos síntomas, entre los que destacan depresión, irritabilidad, insomnio y ansiedad.


Algunos estudios demuestran que los hombres también pueden ser víctimas de la disminución de sus hormonas. Las manifestaciones que presentan, habitualmente aparecen cuando el hombre está estresado.
 
Entre los síntomas más fáciles de reconocer está la disminución del deseo sexual, disfunción eréctil, alteraciones en el estado de ánimo, fatiga, somnolencia, desconcentración, reducción de la capacidad intelectual, ansiedad, depresión, menos ganas de vivir y cambios en el humor, como irritabilidad o emotividad, al grado de, en determinadas circunstancias, verter algunas  lagrimitas.

En resumen, presentan
disminución de energía y vitalidad, especialmente sexual, menos ganas de vivir y cambios en el humor

Los cambios físicos incluyen pérdida o disminución de vello corporal, reducción de la masa y la fuerza muscular, aumento de la grasa abdominal y disminución de la densidad ósea.

Este cuadro
se conoce desde el 2004, como el Síndrome del Hombre Irritable (SIM) o Gruñón, y puede estar dado por distintos factores, uno de los cuales es la reducción del nivel de testosterona (hormona masculina), asociada con la edad.

Mientras más insuficiente es la
producción de testosterona los hombres se vuelven más irritables y deprimidos. Esta situación mejora si se utiliza el tratamiento hormonal sustitutivo, reponiéndose rápidamente el estado de ánimo.

Esto que hasta hace poco se sospechaba, pero sin bases comprobadas, se ha venido a constatar por la Wellman Clinic de Londres, que nos dice que casi un 50% de los hombres con 50 años presentan alguno de los síntomas señalados como consecuencia de la disminución en la producción de testosterona por los testículos.

No podemos olvidarnos que estos cambios pueden ocurrir simultáneamente con otros propios de la edad, lo que puede ser motivo de confusión.


A medida que el hombre comienza a envejecer empieza a vivir en un entorno que cada vez le resulta más desfavorable para su realización en esta etapa de la vida. Junto con la declinación en las funciones nerviosas, llegan síndromes de estado de ánimo disminuido.

La pérdida del interés sexual es también una característica de las sociedades modernas y hasta se ve en los jóvenes: acompaña a las sociedades excesivamente competitivas, donde el hombre y la mujer tienden más a tratar de perjudicarse mutuamente o a ganar en una competencia en la que desapareció el rol femenino y masculino.
 

Algunos investigadores afirman que el hombre que padece el Síndrome del hombre irritable se siente abúlico, irritable, frustrado, impaciente, se torna acusador, hostil, con pérdidas de control de la agresividad, con rabietas, impenetrable (cara de piedra), enojado (como forma de sentirse seguro), superexigente con los demás.

Con tanta irritación y sentimientos negativos enmaraña su vida con conflictos que la mayoría de las veces solo existen en su cabeza. Su vida doméstica, social y afectiva se deteriora mucho.


Otros expertos recuerdan que la inmersión del hombre en un mundo convulsionado por los cambios tecnológicos y las nuevas demandas de sobresfuerzo constituye un factor extraordinario que lo disminuye en otros campos como el afectivo, el físico e incluso el sexual.

Según estos especialistas, si bien es cierto que el hombre de hoy es cada vez más irascible y esto tiende a manifestarse cada vez a más temprana edad, son precisamente las condiciones del medio ambiente en que vive y los cambios de las sociedades modernas los que afectan de manera directa su comportamiento.

En suma, el esfuerzo de adaptación a las exigencias de un mundo globalizado termina fulminando a un hombre que cada vez es más vulnerable. Un hombre depresivo que no se manifiesta triste, sino enfermo.

Si la existencia en un hogar de un hombre afectado del Síndrome del hombre irritable ya  de por sí  es una tragedia, imagínese cuando estos síndromes afectan simultáneamente a ambos miembros de una pareja: él irritable y con pocas ganas de nada y ella con dolores de huesos y alteraciones del estado anímico por la menopausia.

Una bomba activada que puede estallar en cualquier momento.
Este síndrome explica por qué tantos esposos y padres cariñosos de repente se vuelven irritables, rabiosos y retraídos, que discuten por todo y nadie, incluyéndolo, sabe cuándo será la próxima vez que explote.

Por eso, si ya su esposo o padre rebasa los 50 años de edad y le sorprende que
ese hombre tranquilo y apacible, de pronto se convierte en un ser irascible, gruñón, hipersensible, que parece un ´fosforito´ porque al menor motivo se enciende, en primer lugar, tómelo con calma, su cambio seguramente se debe a que está padeciendo el llamado Síndrome del Hombre Irritable.

En esta difícil etapa de su vida, el hombre necesita comprensión, tolerancia y apoyo. Es más, se hace preciso señalar que e
n sus peores formas, esta afección puede conducir al hombre a la violencia e, incluso, al suicidio.

Cuando sucede así, el dolor y la destrucción afectan no sólo al hombre, sino también a su familia y a la comunidad en que reside.
Los problemas hormonales no son solamente una cosa de la mujer.
Si se sospecha este síndrome en alguien, se le debe recomendar una evaluación médica para determinar sus niveles hormonales. Si se observa una deficiencia de los niveles de testosterona y no existe una contraindicación por una hipertrofia o cáncer prostático (ya que uno de los riesgos de esas terapias es que si el paciente tiene cáncer de próstata acelera el crecimiento del tumor), la terapia de reemplazo hormonal asociada con un programa de nutrición y ejercicio físico puede traer la solución al problema y devolver el sosiego al hombre afectado y a su familia
victor suarez

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